Flor de calabaza.

¡Jefe! ¡Jefe!, oigo que se dirigen a mi llamándome en el mercadillo que compro los sábados? en el valle donde resido. Miro y veo a alguien que habitualmente no está en ese puesto.

El puesto estaba diferente, todo especialmente ordenado, los pimientos verdes relucientes a un lado, los rojos al otro, las brillantes berenjenas y los rábanos perfectamente alineados, los manojos de cebolletas parece que te llamaban junto a tres tipos de lechugas y lo más sorprendente la chica del puesto. ¿Como describirla?, morena teñida perfectamente, su pelo largo y liso, los ojos profundamente pintados en color negro como sus labios, sus ropas a capas entre gasas y algodón, todas en negro, amuletos brillantes y las uñas pintadas perfectamente a juego con el color de las berenjenas. Nos miramos y me acerque para intentar reconocer a la persona, sus ojos eran irreconocibles tenía lentillas blancas y las cejas decoradas de negro, sus manos con finos guantes como de gasa que le permitían ver los dedos y unas altas botas negras sobre unos leotardos de encajes.

¿Quien coño es...? me preguntaba. La voz si me parecía conocida, pero la verdad es que no hablamos a penas, la saludé y ella mientras se puso a preparar mi compra, sabía lo que normalmente llevo, suelo comprar en varios puestos, pero ella dispuso los artículos sin pedírselos, le pregunté que tal estaban las verduras que me estaba preparando y me contesto ¡Una porquería!, bueno..., pensé.

Me dio las bolsas y me pidió el dinero con un gesto, le pague y me regalo una bandeja con flores de calabaza diciéndome, ¡tu sabrás que hacer con ellas!.

Me despedí diciéndole, adiós guapa y me contesto !muérete!, cuando me había separado unos pasos del puesto, miré a tras y me estaba mirando con una amplia y cariñosa sonrisa.

 

Creo que esta receta se la tengo que dedicar a mi nueva amiga "La Gótica", espero poder saber quien es realmente. 

Ingredientes;

• Flores de calabaza
• Harina para Tempura
• Sal
• Un vaso de leche
• 75 Gramos de queso azul
• Pimienta blanca y nuez moscada, molidas.

Como lo preparamos:

En un cazo bajo calentamos la leche con el queso, un poco de pimienta y nuez moscada, batimos ligeramente y lo ligamos, mantenemos al mínimo de calor.

  

Las flores de calabaza las pasamos por una mezcla de harina y agua helada, lo salamos y freímos en abundante aceite de oliva a fuego fuerte, doramos y reservamos sobre papel de cocina.

Presentamos a gusto bañando con la salsa de queso caliente.

Siempre es bueno comerlas recién fritas, las flores estarán más crugientes.

 

Espero que os gusten, estamos en temporada de calabazas. ¿Será por las fechas de los difuntos...?

Nos vemos el sábado.