¡Los tiempos
cambian!
Los hombres nos
hemos vuelto muy romanticones.
En una cena en
casa de mi amiga Terelu en Madrid el pasado día de los enamorados, uno de los invitados, estudioso
del comportamiento humano de sus costumbres y sus miserias, nos comentaba que
los estudios revelan que el hombre cambia su rol de duro por uno más sensible y
romántico, necesita los besos y abrazos más que las mujeres y sufre en silencio
esa necesidad de afecto y ternura. La mujer parece que evoluciona en el mundo
profesional y político, toma las riendas del futuro de nuestros tiempos y
relega su antiguo rol a los hombres.
¿Nos pasará
como a los caballitos de mar?
Ellos eligen
una pareja para toda su vida, cuando esta muere permanecen solos por un tiempo y
después mueren también.
Al comienzo de
los tiempos estos animalitos eran de lo más promiscuos, los machos eran unos
rompecorazones navegando por esos mares, enamorando a sus pequeñas congéneres como
si el mundo se fuera a acabar próximamente. Las chicas sufrían en mutismo su
vocación de casanovas, criando a sus pequeños sin quejas y solas, salían adelante abnegadamente.
Nos convertiremos
en caballitos de mar, ¿con la cabeza y el cuello de un caballo, la
armadura corporal de un insecto, la cola prensil de un mono y la bolsa de un
canguro?
Espero que no,
que sepamos encontrar el equilibrio y no nos usen como pasa en otros países, que a estos animalitos los utilizan para combatir la incontinencia urinaria. ¡Bueno, algunos se lo merecen!
Esta receta es
para todos los románticos... ¡la que nos espera amigos!
Ingredientes:
- Tallarines de espinacas
- Puerro
- Ajos
- Almejas
- Aceite de oliva virgen
- Sal, pimienta blanca
- Perejil fresco
Como lo hacemos:
Lavamos las almejas con sal y unas gotas de vinagre, las salteamos con unos ajos picados, sal y pimienta, reservamos,
Salteamos los puerros cortados finamente con sal y pimienta en aceite de oliva, añadimos las almejas y salteamos un minuto.
La pasta la hervimos con sal en abundante agua, el tiempo depende del fabricante, servimos todo junto y al lío.
Espero que os gusten, a mi amiga Terelu le encantan.
¡Nos vemos el sábado?