Salmón noruego con uvas, en pan de centeno

¡Que diferentes somos!

La semana pasada mi amigo Pedro, que regenta una afamada casa de congelados en el sur de Tenerife,  vino de Japón, vino completamente alucinado por lo que vio en Tokio.

Me cuenta que una de las cosas más raras y que más le sorprendieron es la moda, bueno las excentricidades que se ponen de moda.

Una de ellas, que nos contó unas cuantas, es que tener una dentadura imperfecta   y dispareja causa furor en los jóvenes, vamos “que les pone”.

Nosotros gastándonos la pasta con nuestros hijos, e incluso, personas de edad ya avanzada, nos dejamos seducir por los encantos dialecticos de los dentistas, incrementando sustancialmente sus ingresos y amueblando sus “chaletes”. Siempre existe una excusa de salud, vamos que ya sabemos una de las causas por lo que murieron nuestros abuelos, por no tener los dientes parejos, blancos, y con sonrisa profident.

Bueno, pues ya todo cambia, “Yaeba”, así es como se le denomina a esta nueva moda, significa “dientes dobles”. Las chicas niponas pagan por tener la dentadura deforme, los molares empujan a los caninos para adelante creando un efecto vampiresco, de lo más atractivo.

Las chicas que quieran tener un look casual y ser más atractivas que las perfectas supermodelos, que tiren los “brackets”, que se dejen los dientes crecer a su libre albedrío y a triunfar,  ¡ya era hora!

Bueno esta receta para estas atrevidas señoritas que rompen con todo y que van a permitir que por lo menos todas las sonrisas no parezcan iguales, espero que en Hollywood, dejen de ponerles esas fundas a los dientes de los artistas, que parecen frontones más que dentaduras.

Ingredientes:

• Pan de centeno Lidl
• Salmon Noruego (congelado)
• Uvas rojas
• Queso de roquefort
• Leche
• Mantequilla
• Sal

Como lo preparamos:

La masa del pan es sencillísima, si la sigues como indica el envase no tienes problemas y está de lo más rico.

Ese día preparé pan y con un poco de masa preparé unas especie de base pequeña de pizza, unos  10 de diámetro, en su centro coloqué un lomo de salmón  que previamente dejé descongelar en la nevera la noche anterior, le añadí sal y unas uvas, lo cerré y puse a cocer el pan y los paquetes de salmón.

Mientras con un poco de leche, mantequilla y queso de roquefort hice una salsa.

En unos 20 minutos el paquete de salmón estaba cocido, lo saque deje enfriar unas 10 minutos y a la mesa, un poco de salsa de queso por encima y no veas que descubrimiento, fíjate en la jugosidad del pescado con las uvas.

Bueno os dejo, que tengo que anular la cita con el dentista, nos vemos el sábado.