Érase una vez...... una bella niña llamada Emma Whitehead, ella vivía
en el norte de América y cuando nació, una vieja bruja la hechizó provocándole una
enfermedad mortal, leucemia linfoblástica aguda.
Los padres desesperados al ver la gravedad de su hija de seis años,
contactaron con un grupo de médicos de un hospital de Filadelfia y ellos al
ver que Emma se estaba muriendo, propusieron un tratamiento como último recurso: Recibir
una terapia genética que parecía de ciencia ficción, aliarse con el virus del
sida para acabar con el cáncer de la niña.
Los médicos extrajeron células T, un tipo de glóbulos
blancos para insertarles el virus, que viajarían de nuevo a organismo con la
misión de llevarle una información a su sistema inmune para matar las células cancerígenas.
Pasaron siete meses angustiados a la espera de resultados y
un día Emma recupero su bella sonrisa, estaba libre del cáncer.
Fue la valentía de sus padres al permitir que se le aplicara
una terapia desconocida, las enormes ganas de vivir que Emma tenia y la gran preparación
de los médicos que investigaban incansablemente, lo que salvo a Emma y
salvaran a muchas más personas en este mundo.
Hoy mi receta es para esas personas que sacrifican su vida
para investigar, que nadan contra corriente en un sistema que todo lo mide con
el dinero y que siempre están y estarán sorprendiéndonos con nuevas ideas y
ensayos que nos garantizan una calidad de vida.
Ingredientes:
- Pimientos del piquillo
- Bacalao ahumado en lonchas
- Pistachos salados
- Pasas sin semillas
- Aceite de oliva virgen
- Azúcar
- Sal
Como lo preparamos:
Pasamos lo pimientos por la sartén cortados en tiras dos minutos, le añadimos una cucharada de azúcar, las pasas y un poco de sal, salteamos cuatro minutos a fuego suave.
Montamos el plato con añadiendo los pistachos y el bacalao en tiras, le añadimos aceite de oliva virgen y listo.
La verdad es que el plato quedó estupendo, espero que sea de vuestro agrado.
Nos vemos el sábado.
No conocía la historia de Emma, la verdad que hay que tener valor.
ResponderEliminarMe ha encantado esta receta.
Cariños y buen fin de semana,
Vero
La verdad es que el trabajo que hacen todas esas personas es de agradecer. No somos conscientes de la suerte que tenemos estando sanos.
ResponderEliminarLa ensalada me ha gustado mucho.
Besos
Toca la historia que has contado. Y como dices, hemos de agradecer y apoyar a los que tienen la vocación de investigar. Lastima que en nuestro país, los políticos no lo tengan entendido.
ResponderEliminarLa ensalada que has presentado me gusta por los ingredientes y por su originalidad.
Muy buena dedicatoria y una excelente ensalada, qué rica se ve.
ResponderEliminarSaludos
me encanta la mezcla de bacalao y pimientos, pero si le pones pistachos ya es lo más!!! con el crujientito mmmmm....me gusta! besos
ResponderEliminarDeliciosa ensalada. La valentia de esos padres y de la niña es un ejemplo. La dedicación al estudio e investigación es fundamental, una pena que nuestros dirigentes no se den cuenta. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminar¡¡¡delicioso plato!!!, una combinación de ingredientes a cual mejor
ResponderEliminarSólo por la foto ya se come, el color de los pimientos y el bacalao es perfecto.
ResponderEliminarMe gusta mucho cómo lo has combinado.
Por cierto, si todo va bien, en Semana Santa me pasaré por tu isla.
Besos
una historia preciosa y un plato de rechupete
ResponderEliminarImagino la angustia de esos padres luego de tomar una decisión tan difícil.
ResponderEliminarSobre la receta, debo confesar que solamente he comido pistachos en helados. Por cierto, es mi sabor favorito de helado.
La receta bien rica. La historia preciosa. Ojalá tengamos más historias de esas todos los días
ResponderEliminarEmocionante la entrada de hoy, la receta deliciosa! Un abrazo!
ResponderEliminartan sencilla y tan rica..me ha encantado la combinacion! un beso
ResponderEliminarHola acabo de conocer tu blog y me ha encantado la historia que has contado, es preciosa.... y la ensalada me encanta sencilla y riquisima me encanta el bacalao y con pistachos tiene que saber uhmmmm me quedo de seguidora y te dejo mi enlace por si quieres conocer mi blog
ResponderEliminarhttp://eltoquedebelen.blogspot.com.es/
!!!! un saludo !!!!
siempre andas mezclando cosas raras... en este caso me gusta!!! un besazo!
ResponderEliminarUna maravillosa historia que termino bien que hay otras que aunque lo intantan
ResponderEliminarcon los trsanplantes no tienen éxito bien por esta niña , la ensalada
muy rica besos
Me gustan mucho tus recetas al igual que tu blog, me voy a quedar por aqui a ver que va saliendo de tu cocina.
ResponderEliminarUn saludo
http://viajealcentrodelacocina.blogspot.com.es/
Bonita historia y la ensalada tiene una pinta....que rico, por dios Fernando, alucino con tus ideas. Gracias porque te lo curras mucho.
ResponderEliminarQue rico tiene que estar, se ve delicioso.
ResponderEliminarQue tengas buena semana. Un beso
Vaya por ellos, y por padres como estos y niños que luchan cada día por vencer al cáncer...
ResponderEliminarDesde luego la terapia es 'alucinante' utilizar un virus inmunosupresor para luchar contra una enfermedad en cierto modo autoinmune... mágico!!!
Gracias jefe Valle... por la receta y por el cuento de hadas con final feliz!
¡Hola Fernando!. Gracias por visitar mi blog. Es un placer conocerte, más aún viviendo en la misma isla. Somos inmigrantes en un lugar mágico, mágico porque, con mi marido y mis hijos viajamos a lugares de esta isla que comúnmente el turista típico no acostumbra visitar.
ResponderEliminarEs inspirador y conmovedor que dediques una historia a esas personas que, gracias a la evolución tecnológica, hoy día no se rinden.
¡Ah!. Me encanta el bacalao y los pimientos. Combinación perfecta. A partir de ahora seré con mucho agrado una más de tus seguidores.
Un abrazo grande.
Hola Fernando: Que bonita historia, y que bien contada. Da gusto leer cosas positivas por aquí :)
ResponderEliminarLa receta me encantó. Se ve deliciosa.
Saludos
Energetizante, arriesgado y creativo.
ResponderEliminarIdeal para el público al que se lo dedicas.
Bravo!